Ahora entramos en la recta final del
presente año y también parece que terminamos un ciclo cósmico a nivel social,
financiero, económico, político, estructural, etc. Finalizamos ahora lo que se
empezó con las épocas de los reyes que buscaban el poder y continuó con los
señores feudales como un sistema viciado y abusivo. Ahora el sistema está
podrido y corrupto, podemos observar, por ejemplo, el sistema sanitario, donde
los médicos prescriben los tratamientos y medicamentos que en sus visitas les
aconsejan los representantes de la industria farmacéutica, sin tener en cuenta
a las personas pero recibiendo una gratificación por los servicios prestados.
Hasta llegar a la casta política que atienden en sus despachos a todos los
representantes de las industrias eléctricas, bancarias, farmacéuticas,
telefónicas, carburantes, autopistas, armamentísticas, casinos, etc., ¿para qué
reciben a esta gente?... Ni qué decir
que las leyes que después elaboran son claramente para beneficiar a estos
“lobos” que dejan su buena propina al político de turno.
Tampoco se escapa de esta plaga la
justicia, ya que los jueces realizan cursos de formación patrocinados por estos
“lobos” para afinar el ajuste jurídico a determinado punto de vista, y así
poder garantizar legalmente la protección de sus beneficios.
Esto ha pasado durante toda la historia
conocida de la humanidad desde hace tres mil o seis mil años, el pueblo confiaba en que los
gobernantes hacían las cosas bien para el beneficio del pueblo. Ahora la
situación ha llegado a tal punto de inflexión de abuso y de injusticia, que es
sabido y conocido por los que confiábamos, que estamos en situación de no
volver a confiar más. Desde esta indignación tratamos de generar un movimiento
de cambio estructural en las conciencias y en las formas de hacer las cosas.
Todo ocurre por algo y esto seguramente ha
sido necesario para llegar a este punto de cambio. Ahora el pueblo sabe y eso
molesta, por esta razón ahora tratan de mantener el control elaborando leyes
más restrictivas para nuestros derechos. Pero esta medida también va a favor
del proceso de evolución, por lo que acelerará el cambio.
Pasamos a las energías disponibles en esta
Luna Nueva. Una de ellas corresponde al Genio 53 Nanael, que nos aporta el
conocimiento de las ciencias abstractas. Para conocer lo abstracto primero
debemos conocer lo concreto, lo que está elaborado, de esta manera se puede
separar las partes de un todo para ver
de qué está formado y a partir de aquí, buscar como se forman las formas
físicas que proceden de los mundos abstractos.
Esta energía va a permitir sacar de
nuestro interior el pensamiento divino que no es conocido por nosotr@s y elaborar una conducta moral que se cristalizará en nuestra
vida en virtudes morales. De alguna forma vamos a darnos cuenta de cómo somos y
qué hacemos y así tendremos la oportunidad de empezar a cambiarlo para ser
personas distintas.
Esta energía nos pone en contacto con el
Espíritu o el Yo Superior y nos facilita tiempo para meditar, reflexionar y
para conocer las cosas. La verdad será descubierta y sacada a la luz para ser
expresada. Cuando conocemos la verdad, esta no pasa desapercibida, ya que
genera un cambio en nuestro comportamiento tanto físico, como emocional o
mental.
Otra energía disponible es la del Genio 46
Ariel que nos ofrece el descubrir tesoros ocultos. Son muy curiosas estas dos
energías en esta lunación, ya que estamos inmersos en grandes cambios y descubrimientos que va a cambiar nuestra
forma de pensar de sentir y de hacer. Todo lo que ha estado oculto durante
milenios, siglos o décadas puede emerger ahora a la luz.
También en nuestras vidas pueden salir
cosas que estaban ocultas a nivel emocional, que han estado guardadas con llave
para que no se supieran porque pensábamos que era mejor así. Ahora podemos
tener revelaciones de nosotr@s mism@s o de otras cosas, porque ahora es un buen
momento para que salgan a la luz.
Pero no podemos vivir encerrad@s bajo
llave en un cuarto oscuro. Las cuestiones familiares que son difíciles de
tratar las tenemos que reconocer y aceptar y, desde ese reconocimiento, tratar
de enfocarlas de una mejor manera para que puedan ser entendidas.
Lo que más nos cuesta a tod@s es
reconocernos a nosotr@s mism@s, estamos escondid@s detrás de
siete mascaras debido a errores emocionales. Si supiéramos realmente que la
fuerza del Amor mueve montañas, el mundo sería otro.
Para descubrir el Amor, tenemos que darnos
cuenta que esta fuerza la tenemos que generar nosotr@s
con un sentimiento.
Para cambiar el mundo, tenemos que ser
cada uno, el cambio que queremos ver en el mundo.
Luz y Amor a tod@s.
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