En la presente Luna Nueva tenemos una energía que se puede denominar “de elevación”. En este momento, podemos derramar al mundo lo mejor que llevamos dentro porque sentimos, o tenemos la sensación, de que estamos elevados en algún aspecto de nuestra personalidad, pudiendo llegar a comprender a la divinidad que llevamos dentro.
Cuando nos alejamos de la fuerza de atracción que ejercen nuestros deseos en nuestra forma de pensar o de hacer, experimentamos la elevación de nuestro propio Ser. Y es entonces cuando podemos tener un diálogo con nosotros mismos (Yo Superior) para entender el sentido de aquello que nos sucede y así poder dar un giro en lo que está torcido.
A nivel social, pueden surgir personajes que se caractericen por su bondad, su justicia, su diplomacia, su sabiduría o su amor y, al ser queridos por todo el mundo, la misma sociedad los puede elevar a lugares de responsabilidad para que ejerzan sus cualidades.
Se suele decir que todo lo que está dentro de cada uno termina saliendo al exterior. Si somos capaces de ver qué es aquello que proyectamos, seguramente podamos mejorarlo si no nos gusta y, en la medida que mejoramos, podemos continuar elevándonos.
Por otra parte, en esta Luna Nueva, también disponemos de un caudal de energía que podemos denominarla “lógica”. La lógica es una fuerza que se utiliza con los que están confundidos o para aquellos que quieren confundir a otros.
Esa luz hace avanzar a las personas, a las instituciones, a la banca, al comercio porque disuelve el conflicto emotivo si existe. Los deseos de codicia, de egoísmo, de envidia, etc. desaparecen cuando se iluminan por la razón. Hay veces que una creencia se arraiga tanto en las personas, que puede llevarlas a una lucha continua por creer estar en posesión de la verdad sobre el tema a tratar. Y esa supuesta verdad encerrada en su burbuja, causa un malestar continuo al no poder comprender la existencia de otras burbujas que interpenetran la suya.
A nivel social, puede que la banca, la economía, los gobiernos quieran disponer de normativas, leyes o directivas para lavar la cara (parte externa) únicamente de algún aspecto dudoso de sus responsabilidades, pero la parte interna donde se genera el error, la que huele mal, no se quiere sanar por miedo afrontar la verdad.
Esta fuerza nos va aportar la luz suficiente para que podamos identificar aquellos que están confundidos en sus ideas, emociones o acciones. Los errores, las equivocaciones, se generan dentro de cada uno y, si estamos confundidos en algún aspecto interno de nuestra personalidad (física, emotiva o mental), es fácil que encontremos situaciones en nuestra vida en la que nos confundamos o generamos confusión en otros. Para salir de esa trayectoria deberíamos observarnos.
Una de las formas que tenemos de generar consciencia es a base de vivir experiencias y, si hemos aprendido la lección, no volveremos a pasar por los mismos errores. Nos resultará fácil descubrir la verdad si tenemos la verdad dentro.
Cuando reconocemos que nos hemos equivocado y hemos rectificados los errores, somos capaces de reconocerlos en otros. Nos hacemos seres humanos más justos y más comprensivos porque sabemos por donde están transitando los demás. El Amor es la fuerza que mejor nos puede enseñar.
Que la Luz sea contigo.
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