La Luna Nueva se produce a 3º 03 en Escorpio
En la presente Luna Nueva podemos disponer de una energía denominada prosperidad que no se puede presentar si antes no hemos abonado el terreno en nuestra vida. En esta ocasión se produce un estado de sosiego, de paz, donde todo surge para que podamos disfrutar de un merecido descanso después de batallar en las distintas circunstancias que elegimos vivir (conscientemente o no), porque los frutos de nuestra vida los obtenemos de vivenciar los momentos presentes.
En los asuntos sociales se puede producir un relax, como un parón en los acontecimientos (se podría definir como una zona de descanso). Por tanto, las personas responsables de una mala gestión respecto asuntos candentes en cualquier sector: políticos, económicos, bancarios, educativos, etc., podrían permanecer en sus puestos porque no ha llegado el momento de su caída.
Este es un periodo de disfrute todo se dará en abundancia y será un buen momento para empezar cosas nuevas: el éxito está garantizado. Todo lo que se inicie en este periodo, prosperará. Es interesante observar que debemos poner atención en el negocio que podemos comenzar o en aquella actividad que vamos a empezar para recoger los frutos adecuados a nuestro fin.
Por otra parte, esta Luna Nueva nos trae también la energía de poder transmutar, como los antiguos que utilizaban la alquimia y así transformaban el plomo en oro. Pero se requiere de unas herramientas y de una experiencia para hacer el trabajo adecuadamente.
La información que nos ha llegado de los alquimistas es que sabían lo que hacían. Nosotros, en nuestra vida, deberíamos observar los distintos procesos por los que pasamos para poder conocer y distinguir los materiales que utilizamos en las distintas formas en hacer, sentir y pensar para darnos cuenta de las conductas que llevamos. Nuestra alquimia es, por ejemplo, poder transformar un estado de rabia en comprensión. Para eso, debemos comenzar a saber qué carencias tenemos que nos hacen sentir esa rabia.
El conocimiento de nuestras carencias personales es lo que nos va a ayudar a mejorar las propias carencias. Los alquimistas deben conocer qué sustancias son las que tiene el plomo para poder trabajarlo y, deben saber, qué sustancias tiene el oro para poder formarlo. Nosotros, conociendo nuestra rabia, tenemos una parte del proceso y, para lograr la transformación al oro, necesitamos conocerlo también, lo que significa reconocerlo en nuestro interior. Así por ejemplo, para que el agua en su estado líquido pueda evaporarse o congelarse, necesita pasar un proceso de cambio.
Nosotros también necesitamos pasar por un periodo de cambio para transmutar nuestro plomo en oro, así por ejemplo, si nuestra rabia nos impide estar física, emocional y mentalmente bien. No podemos quedarnos con la rabia tal cual la sentimos. Esta parte del proceso es llevar a ebullición el agua o bajar su temperatura para enfriarla; es el momento de mayor resistencia porque es como modificar un estado de reposo a un estado de movimiento.
Los alquimistas mantienen en esta parte del proceso sus temperaturas y elementos constantes para poder llegar al final. En nuestra vida, cuando trabajamos nuestras emociones con atención sincera y sensatez, sin justificaciones, reconociendo las actitudes erróneas y tratando de no repetirlas, es cuando empezamos a consolidar nuestra propia Luz.
Todo cambio que hagamos en nosotros lo debemos hacer con Amor y comprensión: Amor porque es necesario querernos y comprensión para saber que la práctica es cada día.
Que la Luz sea contigo.